miércoles, 13 de diciembre de 2023

Situación de la infancia en España



Puede que sea mi percepción, pero cada vez noto a la sociedad más egoísta, más cansada y menos empática.

El acoso escolar aparece con frecuencia en las noticias, la violencia de género no decrece y los insultos por gordofobia, a raíz del fallecimiento de una conocida actriz, o de racismo por quienes nos van a cantar el gordo de Navidad, están ahí.


En las aulas se puede ver a niños cada vez más perdidos, con menos para qués en su vida. Van a la escuela pero no logran conectar con lo bello, con el amor a lo  bien hecho, al descubrimiento de nuevas metas o el pundonor por terminar bien un trabajo. Nada de eso existe. El valor del esfuerzo es cada vez menos mimado y el resultado final es lo que importa. Niños cada vez con menos concentración, menos autocontrol y cada vez más infantiles.

Insisto que puede que sea mi percepción, pero los datos, al final están ahí.

No quiero extenderme en el Informe PISA, pero sí que merece un pequeño parón.

Hemos obtenido los peores resultados de nuestra historia. Los alumnos españoles han caído en todas las áreas que evalúa PISA y suspenden en Matemáticas y Ciencias. Se habla del uso excesivo de pantallas como parte del problema pero los expertos también señalan una pérdida de la excelencia, una relajación de la exigencia en el sistema educativo, así como el descenso en la implicación de los padres en el progreso académico de sus hijos.

Así que parece que todos: leyes, padres, profesores y alumnos hemos bajado la guardia. Nos estamos conformando y no estamos dando lo mejor de nosotros mismos.

Y el problema no parece sencillo de tratar porque cuando los resultados académicos de nuestros jóvenes no son buenos, probablemente, como dicen los expertos, hay muchos problemas de calado detrás.

Voy a ir revisando titulares:

"Las guarderías detectan retrasos en los niños por el abuso de pantallas. Aumento de las dificultades para comer, mayor aislamiento social y problemas para establecer relaciones" del 14 de octubre en La Vanguardia. 

"La Fundación ANAR alerta de que crece la violencia machista contra niñas y adolescentes: un 87% más en cuatro años.24 de octubre en el Mundo.

"Violación múltiple a una menor en Badalona". 16 de octubre. ABC


Por otro lado:

"España vive una auténtica emergencia de conciliación: los niños necesitan tiempo con sus padres" , 14 de octubre ABC.

Más titulares:

"Los suicidios en adolescentes crecieron un 32% entre 2019 y 2021" según un informe de la Universidad Complutense de Madrid, 20 de julio de 2023


Sigamos añadiendo datos relacionados íntimamente con la infancia. Con nuestra infancia:

Según los datos que nos ofreció UNICEF el pasado 6 de diciembre, "España es el país con  más pobreza infantil de la UE tras Rumanía", titular de El Economista.


Seguimos analizando datos. Y ahora me voy al estado de salud mental de los profesores: los que en ausencia de los padres se encargan del bienestar físico, emocional e intelectual de nuestros niños:

Según el I Estudio Anual del estado de Ánimo de los Docentes 2 de cada  5 docentes sufre de agotamiento, ansiedad y depresión. un 24% considera que la sociedad no les valora.

Igualmente, dato significativo: más del 8'% de los docentes considera que su estado de ánimo influye bastante o mucho en su capacidad docente.

El 35% de los docentes se siente maltratado diariamente por su entorno laboral

Estos datos se recabaron después de entrevistar a más de 3,800 docentes de toda España.


Todo esto junto puede que nos de una ligera idea general de cómo está nuestra infancia: más pobre, sin atención de sus padres, padres a su vez tratando de llegar a todos (cesta de la compra, precio del alquiler o la hipoteca, conciliaciones imposibles,,,), niños con exceso de pantallas, desesperados y sin referentes, sin raíces ni agarraderos para cuando las situaciones vienen mal dadas,  en una sociedad cada vez más violenta y con unos profesores desbordados por todas las heridas que tienen que ir taponando mientras que el paciente se desangra. 

A lo largo de este año 2024 que vamos a comenzar iremos tratando estos temas. Es necesario pararnos y darles análisis, voz y reflexión.

Mientras tanto, qué podemos hacer nosotros? Padres, profesores o simplemente ciudadanos que vemos que esta situación no nos parece ni justa ni sostenible.

Creo que la única salida es exigirnos más individual y colectivamente hablando. No dar nada por hecho. No permitir que lo mediocre se instale en nuestro día a día: en nuestro trabajo, en las relaciones que elegimos, en nuestras decisiones de compra... Volver a la lectura diaria, volver a los clásicos añadiría, ver mejor cine y volver a comprar el periódico. Exigir una prensa de calidad, pero también contribuir a que ella mejore.

Todos nuestros actos tienen que buscar la perfección. La excelencia con el valor del esfuerzo de fondo. Mejorar cada día y ayudar a que los demás también mejoren. Ser cada vez más amables con nosotros mismos y con los demás, volver a la palabra disciplina, responsabilidad y respeto.

Volver a lo básico. A las raíces de la convivencia, la educación y los valores.


Sólo después de haber leído estos titulares puede que nos demos cuenta de que el problema debe empezar a ser solucionado, entre todos, cuanto antes.




domingo, 11 de junio de 2023

Las notas de los niños. ¿Cómo ayudarles a mejorarlas?

 

Escucha aquí


Para cuando se esté publicando este pódcast, 8 de junio, en muchos colegios ya habrán puestos las notas y en otros estarán ya casi terminando de ponerlas.




El fin de curso está ya cerca, en dos semanas se cierran las aulas, y atrás queda casi un año con sus altibajos, sus éxitos, sus fracasos, aprendizajes y emociones.

Y con el final de curso, llega también la entrega de notas.

En este episodio me pregunto, cómo interpretar las calificaciones escolares.

 

Y es que caben dos posibilidades, que hayan sido buenas o que hayan sido malas.

Y tras esto, yo me pregunto, malas o buenas, ¿respecto a qué? O ¿respecto a quién?

 

Debemos analizar las notas de nuestros hijos como un termómetro de su esfuerzo, de su constancia y de su capacidad de superación. No creo que deban tomarse de otra manera, y más cuando nuestros hijos están aún adquiriendo el hábito de estudio y aprendiendo su profesión que es la de ser estudiante.

Siempre digo que debemos analizar la evolución desde septiembre hasta junio.

Si comenzó regular, pero termina con un bien o con un notable, nuestro hijo ha hecho un buen curso. Si la evolución es la contraria, bien podemos pensar que algo ha pasado.

 

Evidentemente, si las calificaciones, en general, no han sido buenas debemos preguntarnos por qué y tratar de poner soluciones. Debemos huir de relacionar la nota que haya obtenido nuestro hijo con su valía. Que haya sacado más o menos nota ni le limita su valía ni le define.

Como padres deberemos analizar varios factores a la hora de calificar las notas de nuestros hijos.

Puede que nuestro niño no haya adquirido aún una buena rutina de estudio o que se haya despistado al final del trimestre, que tenga algún problema emocional que le bloquee la posibilidad de estudio o que haya que reforzar la responsabilidad y madurez. También deberíamos sopesar si tiene algún problema como déficit de atención, altas capacidades o simplemente que no ve del todo bien y deberíamos llevarle al oculista.

Todo cuenta a la hora del estudio.

Así que, como decíamos, lo primero que debemos hacer es hacer un análisis en casa de qué no ha ido bien para que el niño no haya obtenido los resultados deseados.

Si las calificaciones no han sido las mejores, puede que no sea únicamente responsabilidad del niño. No digo quitarle toda ella, pero sí que  habría que hacer un análisis global.

Debemos preguntarnos si en casa hay el mejor ambiente de trabajo y estudio, si fomentamos las rutinas, si nuestro hijo tiene siempre un mismo sitio y misma hora para hacer los deberes o si le hemos enseñado a organizarse haciéndose, por ejemplo, un horario de sus tareas semanales.

Es importante que nuestro niño vaya adquiriendo un hábito de estudio y que nosotros, como padres, le ayudemos a conseguirlo.

 

Igualmente, deberemos analizar si nuestro hijo o nuestra hija ha adquirido un hábito de lectura lo suficientemente potente para entender bien lo que lee, tener más vocabulario, así como para leer más rápido.

 

Otro aspecto que analizaría es si nuestro hijo está sobrecargado de extraescolares. Puede que, si tiene demasiadas actividades después del colegio, aunque le encanten, puede que le reste tiempo y energías para cumplir con lo mínimo que es lo que le mandan en colegio. En cada niño habría que observar cuál sería el punto medio para poder asistir a otro tipo de actividades más lúdicas y formativas, que también aportan a la formación de nuestro hijo, pero sin sobrecargarle. Nuestro hijo debe tener tiempo para cumplir con sus estudios del colegio así como para descansar y relajarse en casa.

Nuestros hijos deben aprender a descansar, a estar en casa jugando y a que el tiempo de ocio y de autocuidado es tan importante como el de trabajo. Sin uno no se llega al otro y eso también se aprende de pequeño.

 

¿Qué más podríamos analizar?

Deberíamos observar si el colegio en el que está nuestro hijo es el correcto para nuestro él o para ella.

Como siempre digo, no hay colegios buenos ni malos, a priori. El bueno es aquel en el que nuestro hijo esté cómodo, aprenda y se sienta valorado y querido. A partir de ahí, seguiremos construyendo.

 

Así que trata de saber si en el colegio se siente bien, si cuando tiene dudas, le contestan y le ayudan a mejorar.  Si con los compañeros tiene una buena relación o si algo o alguien le está importunando.

 Si en el colegio todo funciona bien, genial. Una cosa menos que hay que subsanar. Si no, esta podría ser una de las razones por la cual tu hijo no ha podido concentrarse en el estudio.

Trata de mantener alguna entrevista a lo largo del curso con el tutor del niño. Sigue su evolución con sus profesores para que el trabajo entre familia y escuela sea el mejor posible, así como para que tu hijo sea consciente de que ese contacto existe y para que sienta que sus padres están a su lado en sus estudios.  Cuando hay un problema, cuanto antes se detecte y se le ponga remedio, mejor. Y ambas partes, colegio y familia, deben estar las dos, implicadas en este proceso de mejora constante.

Otro factor que puede que afecte a las calificaciones y al día a día escolar de tu hijo es que no se le haya diagnosticado algún tipo de trastorno del aprendizaje que puede que le esté dificultando en su día a día.

Hablamos de hiperactividad, déficit de atención, dislexia o quién sabe si hasta altas capacidades. Observa y actúa para poner los medios.

 


Recuerda que un pequeño tropezón se puede interpretar como un problema o como una oportunidad de mejora.

Si nuestro hijo ha suspendido, o si sus calificaciones han sido bajas aún sin suspender, es un momento estupendo para hacerle entender que de esta situación debemos sacar un aprendizaje. El fracaso es parte de la vida y del aprendizaje. Debemos enseñar a nuestros hijos que fallar en sí no es malo y que siempre se puede sacar una enseñanza de esos momentos.

 

Gracias a los errores aprendemos y, puede, que esta sea una buena ocasión para analizar qué se puede mejorar y hacerlo. No debemos interpretar una mala nota o un suspenso como algo terrible. Debemos hacer ver a nuestro hijo que seguramente pueda mejorarlo, que vamos a ayudarle para que lo consiga, pero que le pedimos que sea responsable, trabajador y honrado consigo mismo y con los demás, ya que su trabajo es el de ser estudiante y, como trabajo que es, debe dar su máximo para sacarlo de la mejor manera posible.

Así que, como siempre te digo, hemos de poner en valor la importancia del esfuerzo. Si nuestro hijo ha dado lo mejor de sí mismo, poco más le podemos pedir. Sin embargo, si sabemos que se puede esforzar más, es el momento de sentarnos y hablar sobre la importancia del esfuerzo, del compromiso y de la responsabilidad.

 

Igualmente, nosotros, como padres, debemos transmitir a nuestro hijo que estamos con él, que le vamos a ayudar, y a exigir, para que cumpla con su obligación.

Huiremos de descalificaciones o de volcar culpas.

 

Otro factor que debemos analizar a la hora de ver los resultados escolares es cómo nuestro hijo asume el momento del examen o de la prueba.

Nuestros niños están aprendiendo a hacer exámenes, a que se les evalúe en un momento en concreto por un tema o temas aprendidos.

Puede que nuestro hijo aún no tenga adquiridas las herramientas necesarias para superar ese momento con tranquilidad. Puede que no le sea sencillo gestionar que se le va a calificar.

Así que si el caso de nuestro hijo es este, deberemos ayudarle a superar estos momentos.

 

Hablamos de la ansiedad ante el examen.  De si nuestro hijo se bloquea cuando llega el temido momento.

Lo primero que le debemos decir que parte de los nervios se pueden aplacar dominando bien la materia. Si va a la prueba con todo bien sabido y trabajado anteriormente, es muy probable que bajen los nervios.

Si aún así el bloqueo está ahí, vamos a tratar de seguir los siguientes pasos para mejorar:

Lo primero, decirnos que podemos y que vamos a  poder con esa prueba.

Es decir, trabajar el diálogo interior mandándonos mensajes positivos. Es importante desterrar frases tipo “no me lo voy a saber”, “es muy difícil”, “con esto no puedo”…, y sustituirlas por “vamos a por todas”, “puedo con ello”, “estoy preparado”. La disposición que tengan ante el examen puede ser fundamental para superarlo con éxito. Para ello, hay que trabajar diariamente en casa y en el colegio la autoestima del niño.

Debe sentirse capaz de hacer algo para lo que está perfectamente preparado, si lo ha estudiado.

 

Lo segundo que pueden hacer es controlar la respiración: hablamos de la respiración diafragmática. Esa que hace que se llenen los pulmones y que sea el diafragma, ese músculo que está debajo de ellos, el que vaya regulando el aire que sale de ellos. Respiraciones profundas y lentas que les oxigenen y relajen. Esto se puede hacer antes y durante la prueba. Siempre que noten que la ansiedad está llegando, una buena manera de bajarla es controlar la respiración.

 

Otra forma de controlar la ansiedad ante un examen, además de controlando nuestro diálogo interior y la respiración, es bebiendo agua. Algo tan básico y sano como esto. Cuando bebemos y nos hidratamos nuestro cuerpo tiende a relajarse. Le podemos decir a nuestro niño que tenga siempre a mano una botella de agua en el momento de la prueba.

 

Otro punto fundamental es dormir bien.

Una manera básica de controlar la ansiedad es controlando la calidad del sueño. Si nuestros hijos duermen poco o mal, es muy probable que al día siguiente no rindan convenientemente. En este pódcast hemos dedicado dos episodios al sueño y somos conscientes de la importancia que tiene de cara  a una buena salud. Por ello, vela porque tu hijo duerma las horas que debe dormir. Puede que con este paso hayamos despejado muchos de los problemas que nos surjan.



Llega el fin de curso y con él las notas. Un análisis de cómo ha ido el curso, de qué se puede mejorar de cara al siguiente o de qué hay que mantener los ayudará a seguir progresando.

Día a día y ahora toca algo también muy importante: descansar y disfrutar de las vacaciones.

 

viernes, 6 de enero de 2023

La crianza con más humor y menos presión

 

Escucha el podcast en Ivoox


El trabajo, la casa, las facturas, los cambios sociales, políticos y vitales que nos llevan para un lado o para otro en cuestión de días o de horas… Todo ello es una fuente de agobio, estrés y presión. Sentimientos que podemos caer en la tentación de transmitir todos estos sentimientos a nuestros hijos que no saben ni por qué les vienen esas sensaciones y que puede que tampoco sepan cómo gestionarlas.

 

Igualmente, la presión que nos metemos nosotros mismos, como padres, como madres, para tratar de llegar a todo, para ser los mejores padres del mundo, para no equivocarnos…, puede que, en ocasiones, llegue a ser desmedida.

 

Puede que esta presión así como la temida culpa  que llevamos a cuestas como una piel más dentro de la maternidad (por la falta de tiempo, por la falta de paciencia…), no nos estén ayudando a ser más naturales con nuestros hijos, a empatizar más con ellos, a saber más de su mundo, de lo que les preocupa, de sus amigos o de sus ilusiones y proyectos. Puede que tanto querer ser los mejores papás o mamás del mundo nos esté restando espontaneidad y equilibrio.

 

Por ello, en medio de este mundo caótico, cambiante y algo desesperanzador, yo abogo por el humor. Por cambiar el punto de vista y por dejarnos llevar más sin tantas presiones, sin tanto “tengo que “ y más “quiero disfrutar de “

 

¿Y cómo hacemos eso cuando estamos hasta arriba, cansados, estresados y sin tiempo para casi nada?


 

Lo primero que te diría es que cambies tu óptica, tu punto de vista, si no lo tienes ya hecho, en todos los momentos de tu vida. Es decir, no puedes mantener una forma de pensar muy cerrada, poco flexible, poco empática contigo mismo y luego pretender ser justo lo contrario con tus hijos.

 

Debemos reírnos más de nosotros mismos. Creo que esto es fundamental para desdramatizar situaciones y momentos que o puede que no sean tan grabes o que sí, pero que como modo de adaptación nos venga bien ir al problema desde al humor. Desde la distancia, de un modo más liviano y menos grave.

Y si nos reímos más de nosotros mismos es muy probable que también a la hora de estar con nuestros hijos, todo sea más sencillo.

Nos pedimos mucho como padres y como madres y eso está bien siempre y cuando esa presión no nos haga hacerlo peor… Así que relajación en el día a día y a desdramatizar.

 

Yo siempre me digo cuando pasa algo, “dentro de 20 años nos reiremos de esto”. Con esta frase, trato de quitarle hierro a lo que nos sucede.

Últimamente, la situación está para pocas risas, lo sé, pero trata de buscar humor a las cosas. Fluye más. Deja que poco a poco todo vaya encontrando su lugar. No busques la perfección, porque mientras que la buscas, te pierdes el paisaje.

 

Es decir, vamos a intentar dar distancia en nuestro día a día como padres y madres.

¿Que no hemos hecho la mejor cena del mundo? Mañana mejoraremos.

¿Que hemos perdido la paciencia? Aprendemos del error y a la siguiente lo hecemos mejor.

 

 

Otro tema que creo que nos presiona es que a los padres a veces se nos juzga demasiado. Todo el mundo sabe cómo debes educar a tu hijo, y todos sabemos cómo debemos educar a los hijos de los demás. Todo el mundo tiene recetas mágicas, pero cada uno de nosotros somos los que estamos en la arena toreando el toro, con nuestros aciertos y nuestros fracasos.

 

 

No siempre es sencillo acertar. Por mucho que leamos, escuchemos podcast o a las generaciones mayores, siempre hay fallos. Y me imagino que es lo normal y lo sano.

 

Así que asume que, como en todo, en la crianza hay fallos. Errores que te tendrás que perdonar, aprender de ellos y seguir.

Ensayo – error.

Recuerda que el aprendizaje en esto de ser padres es continuo. Siempre llegará una etapa nueva en la que lo anterior ya no vale. Igualmente, lo que te vale para un hijo, no te vale para otro. Cada persona es distinta y con cada uno de tus hijos tendrás que agudizar el ingenio de una manera diferente. Dos más dos nunca son cuatro en educación.

 




Si cada hijo es diferente, antes de ponerte a educar siguiendo unos patrones estrictos, sería conveniente que te esforzaras en conocer a tu hijo.

A saber qué le gusta, qué le preocupa, qué le cuesta más o qué le cuesta menos, qué le interesa, quiénes son sus amigos y por qué les ha elegido… Sólo conociéndole bien podrás adaptarte a su modo de ser para saber en qué debes incidir más o menos como padre.

 

Por ejemplo: puede que con tu primer hijo no tuvieras ningún problema a la hora de hacer los deberes porque se sentaba solo en su cuarto y en un rato estuviera todo bien hecho. Tu modelo de conducta de ti como padre o como madre sobre cómo actuar ante los deberes era el de que las cosas salían solas.

Sin embargo, con el segundo, imagínate, que es justo lo contrario: no se quiere sentar, se levanta miles de veces del cuarto, se pone nervioso… Evidentemente, tu forma de actuar no puede ser la misma en el primer caso que en el segundo. En el primero no hubo problemas, en el segundo tendrás que ayudarle a concentrarse, a conseguir confianza en sí mismo, a darle autonomía poco a poco, a que aprenda esforzarse, constancia…

 Tu respuesta como padre es distinta dependiendo de cada uno de tus hijos. Así que conócelos y adáptate a sus ritmos.

 

Otro punto que quiero subrayar es que la culpa, antes mencionada y tan presente en la crianza por parte de los padres, es completamente nociva. No sirve de nada. Nos hace sentirnos más pequeños, más inseguros por no haber llegado a objetivos que posiblemente no sean tan importantes.

 

Como te decía antes, hay que aceptar que el fallo está presente en la crianza. Partiendo de esa base, si un día lo haces mal, ya sabes qué tienes que mejorar para la vez siguiente. Día a día, paso a paso. Con tus momentos buenos y con tus momentos malos.

Y, además, creo que es bueno que nuestros hijos vean que metemos la pata y que rectificamos. Una manera de que aprendan a que no pasa nada cuando se falla puede que sea esta: viendo como algo normal el fallo, la imperfección e igualmente, que es algo normal también seguir aprendiendo, seguir en el esfuerzo hasta conseguir lo que uno quiere.

Nuestros hijos no aprenderán tanto de lo que les digamos como de lo que vean en casa. Así que con tu ejemplo estarás dando el mejor discurso.

 

 

Otra cosa que te diría para educar con menos presión y más sentido del humor, es que tengas claro que la función de todo padre es el de acompañar a los niños en su andadura. ¿Hasta dónde podemos acompañar? El ritmo de cada uno de tus hijos te irá respondiendo. Es importante que no tiendas a ser madre o padre helicóptero y que permitas, como parte natural del proceso, que tus hijos vayan haciendo cosas solos, aún sabiendo que habrá fallos. La idea es que logren adquirir unas rutinas, una autonomía.

 

Si el objetivo es que se monten ellos mismos su mochila todos los días, da por hecho que puede que haya días que no lo haga del todo bien. ¿Y pasa algo? No, porque habrá que seguir perseverando con la idea de que en un mes o dos, o lo que sea, tu hijo será capaz de organizarse o de hacer esa pequeña tarea por sí mismo.

 Déjale que lo haga él, acepta que va a haber fallos pero siempre con la mirada al final del camino, en el objetivo final que es que adquiera una serie de destrezas por sí mismo.

 

Para ello, es muy importante que confíes en tu hijo. Conócele, primer paso, y luego confía en sus capacidades. Y que él note, sienta que confías en él. Dale margen para volar solo. Trata de no ser eso en lo que es tan fácil caer que es ser eso que se conoce como “papa o mamá helicóptero”, de lo que ya hablamos hace mucho tiempo, en el episodio número 18, por si te apetece recuperarlo.

 

Otro punto que quería comentarte para que lleves la crianza, la educación de tus hijos con más tranquilidad, con más humor, es que lo veas como un todo. Es decir, no te obsesiones con las notas, las extraescolares… Está bien que saque buenas notas si es el resultado de un tiempo de esfuerzo, sacrificio y dedicación al estudio. Si no fueran tan buenas pero el esfuerzo hubiera sido muy grande, esas notas son buenas. Sin fisuras.

 

 Está bien que vaya a extraescolares si le gusta, le aporta y le nutre dentro de su formación íntegra como persona. Es decir, que la educación de tu hijo son los valores que le inculques, independientemente de cómo se lo inculques. Si quieres que aprenda música, el objetivo puede que no sea que sea un músico reputado, si no el placer de la cultura, la disciplina, la compañía que ofrece la música o los amigos con un fin común que puede hacer. Pero como ves, ir a clase de música va más allá.

 

Algo importante si quieres tomarte la maternidad, la paternidad, con menos presión, menos autoexigencia, con más calma, más tranquilidad y más disfrute.

 

Busca ratos para ti. Como dijimos en el episodio dedicado a los autocuidados, el número 24, hace ya bastante tiempo también de este episodio, buscar y encontrar tiempo para una misma, para uno mismo, es esencia. Trata de salir con tu pareja, con amigos, solo… Da lo mismo, pero haz cosas que te gusten.

Dato de Malasmadres:

¿Si te relaja ir a un museo? Ve al museo.

¿Si necesitas ir al gimnasio? Al gimnasio.

Cada uno tiene que buscar qué es lo que necesita para sentirse mejor. Cuidar 24 horas es muy duro y todos necesitamos nuestro momento de desconexión, de ocio y esparcimiento.

 

Y, por último, agradece. Sí, estás cansado, a veces no logras sacar el bueno humor y la alegría para tirar con todo, pero, si paras un segundo para agradecer a la vida los hijos tan estupendos que tienes, puede que todo lo veas de otra manera.

 

Trata de fomentar un ambiente en casa en el que la risa y el afecto estén presentes. Recuerda que la risa reduce el estrés y ayuda a gestionar mejor las emociones.

Un hogar en el que la risa, el humor y la alegría estén presentes es un hogar sano.

Fomenta todo lo que puedas estos valores en la educación de tus hijos.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Síndrome de impostor

 Sufro del famoso "síndrome el impostor". Cuando estoy entre maestros no me siento cien por cien del gremio, y cuando estoy entre periodistas o podcasters, lo mismo.

Vivo entre dos mundos que me apasionan y llenan mi día a día, pero no termino de pertenecer completamente a ninguno.

Puede que estoy sea bueno en el sentido de que tengo una visión más amplia de la realidad ya que la veo desde dos prismas, pero no ayuda a vivir con una seguridad plena.

Ahora mismo, me gustaría que un golpe de suerte me ayudara y potenciara este bendito pódcast al que tanto amor le he puesto durante los últimos cuatro años. Por pedir... Un golpe de suerte en el que pudiera dedicarle más tiempo y que esto generara algo más de ganancias para, así, poder centrarme un poco más en este mundo de la comunicación. Es algo que mi cuerpo pide desde hace mucho tiempo. 

Como no creo en los golpes de suerte sin mucho trabajo detrás, seguiré publicando y seguiré trabajando en esto que me apasiona y que llena mis sueños, y si un buen día alguien o algo hiciera que mi pequeño deseo se convirtiera en realidad, sería una bendición. 

Como siempre digo, esta aventura podcastera no sé adónde me llevará, pero yo seguiré en la ola mientras que haya agua.

Con este espíritu empezamos nueva temporada y lo haremos dentro de unos días con una entrevista a alguien muy querido por este pódcast. Con ella hablaremos de felicidad, de hábitos saludables, de encontrarse a una misma...

Te seguiré informando. Mientras tanto, te espero en este blog, en Ivoox o en Twitter e Instagram.


Te dejo el enlace del pódcast por si te apetece echarle una oreja:

https://www.ivoox.com/podcast-canastilla-mama_sq_f1640788_1.html


¡Un saludo para todos!

jueves, 4 de agosto de 2022

¿Qué puedo hacer para mejorar mi salud?

 


Escucha aquí


Siempre se ha dicho que más vale prevenir que curar y en este pódcast queremos hablar justo sobre esto: sobre qué hacer para trabajar en la prevención de algunas enfermedades.

 


Pero, antes, quería recordarte algunas advertencias de cara al calor de verano:

 

Estamos ante un verano especialmente caluroso y nos dicen que esto es el principio de que lo puede que nos quede por ver en los próximos veranos.

Por ello, quería comenzar este pódcast hablando de la importancia de que te hidrantes lo mejor posible.

¿Cómo? Bebe dos litros de agua al día y procura que la base de tu hidratación sea precisamente esto, agua. Ni refrescos, que tienen mucha azúcar y no refrescan, ni alcohol. Agua es lo mejor, más sano, efectivo y más barato. Pero agua ni muy fría ni muy caliente.

No hagas ejercicio en las horas centrales del día y si puedes estar bajo cubierto o en un sitio fresco, mejor que mejor.

Los problemas por golpes de calor pueden llegarte si no estás en lugares bien ventilados o con una sobre exposición al sol.


¿Cuáles son los síntomas de los golpes de calor?


Mareo, vértigo, dolor de cabeza, mucha sed, muchos sudor, desmayos, mucho cansancio, debilidad, calambres musculares, temperatura muy alta…

Si el golpe de calor no cesara, llama al 112 y mientras que llega la ayuda, trata de rebajar  a la persona a la que estás atendiendo la temperatura por debajo de los 38 grados con compresas de agua fría, pon a esa persona que en un sitio fresco y que tenga puesta la menor ropa posible.

Recuerda que, si un golpe de calor no cesa, puede causar shock o incluso la muerte.

 

Con los pequeños o los más mayores, conviene darles agua aunque no la pidan. Viste a los niños con ropa fresquita, mójales con frecuencia y trata de que no hagan ejercicio en las horas centrales del día, como decíamos antes.

 

Procura comer comida fresquita tipo gazpacho, ensaladas, frutas y verduras. Comidas no muy pesadas, en definitiva, para hidratarte sin un exceso de calorías que te añadan más calor.

 

 

Más recomendaciones de cara al verano:

 

-        No te expongas al sol sin crema protectora. Te ayudará a prevenir enfermedades de la piel, así como a que te salgan manchas.

-        Trata de tomar alimentos con vitamina C, naranjas, kiwis, o con betacarotenos porque te van a ayudar a mantener la piel sana de cara a la exposición al sol.

 

¿Dónde lo podemos encontrar? Naranjas, plátanos, zanahorias, espinacas, acelgas, brócoli, melón…

 

El verano puede ser un momento en el que gracias a que tenemos más tiempo podamos dedicarnos más a nosotros mismos y hacer más ejercicio, así como poner más atención en nuestra alimentación.

Puede servirnos como trampolín para empezar a cuidarnos más.


 

Dicen que más vale prevenir que curar y puede que si tomamos consciencia de qué debemos mejorar en nuestro día a día nos evitemos muchos problemas de salud de cara a los próximos años. Posiblemente, tú que me escuchas estás cercano a los 40 o los has sobrepasado, y ya nos encontramos en la segunda fase de nuestra vida. Así que toca cuidarse para llegar a estar sanos y fuertes en los años venideros.

 


¿Qué debemos tener en cuenta?

 

 

Los pilares de la salud son:

-        El sueño

-        La nutrición y el

-        ejercicio.

A esto le añadiría bajar los niveles de estrés, no fumar ni beber alcohol.

 

De sueño hablamos en los episodios número 41 y 48. Vuelve a ellos si quieres recordar algo de lo que allí dijimos.

 

El sueño sirve para limpiar el cerebro de sustancias tóxicas que se acumulan a lo largo del día. Si no se duerme lo suficiente y profundamente, esos depósitos se van acumulando y dañan a las neuronas.

El sueño sirve para procesar lo que percibimos a través de los sentidos. Para organizar, estructurar y comprender lo que vivimos.

A la larga, si no tenemos una buena calidad del sueño, podrían aparecer enfermedades como el alzehimer o el parkinson.

 

Pero, básicamente, te recordaré que si cuidamos bien el día estaremos cuidando bien la noche.

Es importante que nos de bien la luz del sol porque así generaremos melatonita, que es una hormona esencial para dar el paso entre estar despiertos y dormidos. Para regular el ritmo circadiano. Así que primer paso para dormir bien, que nos dé la luz del sol.

 

 Cuidado con las pantallas al menos dos horas antes de ir a dormir, trata de hacer ejercicio y cuida el número de horas que debes dormir, tanto tú como tus hijos.

Todo esto te ayudará a mejorar unos de los pilares de la salud. El sueño.

 

Sobre la nutrición:

 

-        Vamos a mejorar nuestra alimentación teniendo como base la dieta mediterránea: frutas, verduras, legumbres, carne y pescado. Comida de verdad. Y ¿por qué digo comida de verdad? Porque cada vez tendemos más, a comer ultraprocesados. De hecho, leía que este tipo de productos son cerca del 80% de lo que se venden en los supermercados…

 


Dónde los encontramos

 

Bollería, galletas, cereales del desayuno, pizzas industriales, refrescos, patatas fritas, embutidos, sopas instantáneas, zumos de frutas de bote, refrescos… Productos muy baratos, porque sus ingredientes también lo son, poco nutritivos y que están hechas, básicamente, de grasa, sal y azúcar. Mala combinación para cuidar nuestra salud ya que estos productos están íntimamente relacionados con la aparición de diabetes, obesidad y enfermedades cardio vasculares.

 

Productos que muchas veces ya vienen preparados para calentar y servir. Muy cómodo, con sabores que enganchan, ya que están diseñados para enganchar, pero que no nos vienen bien para nuestra salud.

 

Calorías vacías que nos apartan de comer comida real. Comida que sí nos nutre, nos aporta, nos quita el hambre y nos mantiene sanos: lentejas, tomates, lechuga, garbanzos, manzanas o naranjas.

  

-       Igualmente, evita el azúcar y casi también los edulcorantes.

El azúcar, o la sacarosa, está presente en nuestra dieta de manera natural. El problema lo encontramos en el azúcar refinado añadido a diferentes productos. Este eleva los niveles de azúcar en sangre, altera la producción de insulina y puede favorecer la aparición de una diabetes tipo 2.

 

 Esta sobre ingesta de azúcar, que nuestro cuerpo no necesita pero que nos hace cada vez más adictos a estos productos queriendo cada vez tomar más, nos empuja a la obesidad y a las enfermedades derivadas de ella.

Estos azúcares refinados pueden dañar las paredes de los vasos sanguíneos y esto puede ayudar a que aparezcan enfermedades como la arteriosclerosis, así como la aparición de diversos tipos de cáncer.

 

 

Así que este verano podemos hacer un análisis de nuestra alimentación y ver si tenemos incluidos o productos ultraprocesados o con azúcar refinada.

 

Como decíamos antes, de cara a enfermedades futuras, más vale prevenir que curar.

 

 

-      Como te decía, no descuides tu hidratación con dos litros de agua al día. Si haces deporte, repón en la medida que hayas perdido líquido.

Nada más despertarte, toma un vaso de agua. Durante la noche el cuerpo se ha ido deshidratando. Con esa primera ingesta de agua, nuestro cuerpo se entonará mucho más rápidamente y ayudaremos a los riñones a eliminar residuos.

Con un poquito de limón ayudaremos a depurar el organismo y también reforzaremos las defensas.

Un pequeño gesto que puede ayudarte, junto con otros, a mejorar tu salud.

Recuerda que si estás embarazada o en periodo de lactancia, debes beber algo más de agua. Unos 300 ml más.

 

 


-        Y, por último, queremos hablar del deporte.

 

Leía una frase que decía “envejecemos porque dejamos de movernos, no dejamos de movernos porque envejecemos”.

 

Puede que el verano sea un buen momento para reencontrarnos con el deporte y empezar a incluirlo en tu rutina diaria a modo de prevención para futuras enfermedades.

 

Si dejamos de hacer deporte corremos el riesgo de aumentar nuestra grasa visceral, que empecemos con una diabetes o con enfermedades cardio vasculares.

 

En este podcast queremos centrarnos en el trabajo de fuerza. Y nos queremos centrar en ella pensando en la menopausia, periodo en el que bajan los niveles de estrógenos y el trabajo de fuerza nos ayuda a mejorar la densidad de los huesos, los tendones y los ligamentos ayudando a prevenir enfermedades como la osteoporosis.

 

Estos ejercicios puede que se hicieran mejor en un gimnasio para que te ayuden y guíen en este proceso de comenzar con esta nueva rutina, pero para estos días de verano dejamos aquí alguna idea que podemos empezar a hacer desde casa a nuestro ritmo.

 

 

Alimentación, higiene del sueño y deporte.

 

Tres pilares básicos que nos van a ayudar a seguir con buena salud. Ahora y en el futuro. Rutina, consciencia, disciplina, autocuidados, respeto por uno mismo…

 

Y como colofón a este programa: fuera estrés. Durante estos días de descanso, contacta con la naturaleza, procura leer algo que te llene y te distraiga, elige compañías que te aporten, cuídate y cuida a quienes quieres, baila, respira, escucha el silencio o una música que te relaje o te alegre. Busca vibraciones, momentos, sensaciones, compañías que te hagan ser feliz. No pierdas momentos porque no van a volver.

 

Y con tus hijos, aprovecha para conectar con ellos. Llena el verano de recuerdos familiares para ellos y para ti o para vosotros los padres. Relájate y haz todo lo posible por ello.

Busca momentos para estar con tu pareja, a crear lazos de unión que luego en el curso vamos todos corriendo y no nos da tiempo a estar más tiempo juntos. Mimaos todo lo posible porque eso genera felicidad.

 

El invierno es largo y necesitamos recargar pilas lo máximo posible.

 

Te mando un beso inmenso y te animo a que empieces a cuidarte como te mereces.

martes, 2 de agosto de 2022

Maternidades desde la consciencia

 Escribo en un momento que no puedo decir más otra cosa que es de lujo.

Sentada en una terraza, buena temperatura (que ya es mucho decir para el momento que nos ha tocado vivir) y escuchando las olas del mar de fondo. Lujo total.

Cada vez estoy más enamorada de este sitio al que vengo puntualmente cada verano. Cada vez pienso más que mi sitio está aquí o en uno muy parecido. Lejos del bullicio de la ciudad, con estilos de vida más sencillos, simples y tranquilos. Es decir, lo contrario de lo que tengo ahora mismo en mi rutina actual.

Me imagino que la vida irá poniendo todo en su lugar y que independientemente de dónde resida en un futuro, estos momentos de paz me los llevo para el resto del curso como una tabla de salvación.


Pues en este lugar desde el que te escribo he tenido hoy una conversación inspiradora. Ella es madre de tres hijos: 7, 4 y 1 año respectivamente. Hablando con ella mientras que nuestros niños jugaban me ha empezado a decir que por qué no se habla más de la soledad de las madres de hoy día, de los problemas que se pueden ocasionar en los partos, de los postpartos y sus complicaciones... Ha empezado, en una conversación aparentemente intrascendente, a contarme lo que muchas venimos gritando desde hace años. Lo que, en parte, me movió a comenzar este blog que posteriormente se convirtió en un pódcast.

Le he dicho que algunas lo hacemos y le he comentado que hago un pódcast, pero que hay muchas más mujeres estupendas que están al frente de tratar de disipar muchas de las dudas que ella planteaba; muchos de los clamores que las mujeres callamos, pero que ya deberíamos darles la importancia que tienen.

Con poco que converses con una madre te cuenta sus heridas. Me imagino que esto no debería ser normal. Tantas mujeres no pueden haberse acercado a la maternidad desde el dolor, el desgarro, la soledad, la incomprensión, la desinformación o la falta de respeto desde algunas instituciones. No puede ser así y así lo estamos permitiendo.

Mucho falla en esta sociedad si nuestro pilar, las madres, los hijos, son tan sistemáticamente desatendidos y vilipendiados. Mucho falla si nosotras no somos capaces de ver que nos merecemos otro camino y que somos capaces de conseguirlo. De nosotras también depende y si lográramos ser conscientes de todo lo que debemos mejorar, puede que algo de terreno se ganara. Creo que nos lo merecemos, como sociedad, como mujeres y como madres. Por nosotras y por nuestros hijos.


Te dejo desde esta noche de agosto. Desde mi refugio. Desde mi guarida que me dará fuerzas para el siguiente curso.


Un beso grande para todos.

sábado, 30 de julio de 2022

Maternidad con Mónica de la Fuente


 Adiós expectativas, hola realidad.

Este es el título del libro que el pasado mayo sacó a la venta Mónica de la Fuente, creadora de todo el mundo Madresfera.

Mónica estuvo en La Canastilla de Mamá para hablar del libro y de todo lo que envuelve a la maternidad.


Te invito a que lo escuches porque merece mucho la pena:


Escucha aquí