jueves, 4 de agosto de 2022

¿Qué puedo hacer para mejorar mi salud?

 


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Siempre se ha dicho que más vale prevenir que curar y en este pódcast queremos hablar justo sobre esto: sobre qué hacer para trabajar en la prevención de algunas enfermedades.

 


Pero, antes, quería recordarte algunas advertencias de cara al calor de verano:

 

Estamos ante un verano especialmente caluroso y nos dicen que esto es el principio de que lo puede que nos quede por ver en los próximos veranos.

Por ello, quería comenzar este pódcast hablando de la importancia de que te hidrantes lo mejor posible.

¿Cómo? Bebe dos litros de agua al día y procura que la base de tu hidratación sea precisamente esto, agua. Ni refrescos, que tienen mucha azúcar y no refrescan, ni alcohol. Agua es lo mejor, más sano, efectivo y más barato. Pero agua ni muy fría ni muy caliente.

No hagas ejercicio en las horas centrales del día y si puedes estar bajo cubierto o en un sitio fresco, mejor que mejor.

Los problemas por golpes de calor pueden llegarte si no estás en lugares bien ventilados o con una sobre exposición al sol.


¿Cuáles son los síntomas de los golpes de calor?


Mareo, vértigo, dolor de cabeza, mucha sed, muchos sudor, desmayos, mucho cansancio, debilidad, calambres musculares, temperatura muy alta…

Si el golpe de calor no cesara, llama al 112 y mientras que llega la ayuda, trata de rebajar  a la persona a la que estás atendiendo la temperatura por debajo de los 38 grados con compresas de agua fría, pon a esa persona que en un sitio fresco y que tenga puesta la menor ropa posible.

Recuerda que, si un golpe de calor no cesa, puede causar shock o incluso la muerte.

 

Con los pequeños o los más mayores, conviene darles agua aunque no la pidan. Viste a los niños con ropa fresquita, mójales con frecuencia y trata de que no hagan ejercicio en las horas centrales del día, como decíamos antes.

 

Procura comer comida fresquita tipo gazpacho, ensaladas, frutas y verduras. Comidas no muy pesadas, en definitiva, para hidratarte sin un exceso de calorías que te añadan más calor.

 

 

Más recomendaciones de cara al verano:

 

-        No te expongas al sol sin crema protectora. Te ayudará a prevenir enfermedades de la piel, así como a que te salgan manchas.

-        Trata de tomar alimentos con vitamina C, naranjas, kiwis, o con betacarotenos porque te van a ayudar a mantener la piel sana de cara a la exposición al sol.

 

¿Dónde lo podemos encontrar? Naranjas, plátanos, zanahorias, espinacas, acelgas, brócoli, melón…

 

El verano puede ser un momento en el que gracias a que tenemos más tiempo podamos dedicarnos más a nosotros mismos y hacer más ejercicio, así como poner más atención en nuestra alimentación.

Puede servirnos como trampolín para empezar a cuidarnos más.


 

Dicen que más vale prevenir que curar y puede que si tomamos consciencia de qué debemos mejorar en nuestro día a día nos evitemos muchos problemas de salud de cara a los próximos años. Posiblemente, tú que me escuchas estás cercano a los 40 o los has sobrepasado, y ya nos encontramos en la segunda fase de nuestra vida. Así que toca cuidarse para llegar a estar sanos y fuertes en los años venideros.

 


¿Qué debemos tener en cuenta?

 

 

Los pilares de la salud son:

-        El sueño

-        La nutrición y el

-        ejercicio.

A esto le añadiría bajar los niveles de estrés, no fumar ni beber alcohol.

 

De sueño hablamos en los episodios número 41 y 48. Vuelve a ellos si quieres recordar algo de lo que allí dijimos.

 

El sueño sirve para limpiar el cerebro de sustancias tóxicas que se acumulan a lo largo del día. Si no se duerme lo suficiente y profundamente, esos depósitos se van acumulando y dañan a las neuronas.

El sueño sirve para procesar lo que percibimos a través de los sentidos. Para organizar, estructurar y comprender lo que vivimos.

A la larga, si no tenemos una buena calidad del sueño, podrían aparecer enfermedades como el alzehimer o el parkinson.

 

Pero, básicamente, te recordaré que si cuidamos bien el día estaremos cuidando bien la noche.

Es importante que nos de bien la luz del sol porque así generaremos melatonita, que es una hormona esencial para dar el paso entre estar despiertos y dormidos. Para regular el ritmo circadiano. Así que primer paso para dormir bien, que nos dé la luz del sol.

 

 Cuidado con las pantallas al menos dos horas antes de ir a dormir, trata de hacer ejercicio y cuida el número de horas que debes dormir, tanto tú como tus hijos.

Todo esto te ayudará a mejorar unos de los pilares de la salud. El sueño.

 

Sobre la nutrición:

 

-        Vamos a mejorar nuestra alimentación teniendo como base la dieta mediterránea: frutas, verduras, legumbres, carne y pescado. Comida de verdad. Y ¿por qué digo comida de verdad? Porque cada vez tendemos más, a comer ultraprocesados. De hecho, leía que este tipo de productos son cerca del 80% de lo que se venden en los supermercados…

 


Dónde los encontramos

 

Bollería, galletas, cereales del desayuno, pizzas industriales, refrescos, patatas fritas, embutidos, sopas instantáneas, zumos de frutas de bote, refrescos… Productos muy baratos, porque sus ingredientes también lo son, poco nutritivos y que están hechas, básicamente, de grasa, sal y azúcar. Mala combinación para cuidar nuestra salud ya que estos productos están íntimamente relacionados con la aparición de diabetes, obesidad y enfermedades cardio vasculares.

 

Productos que muchas veces ya vienen preparados para calentar y servir. Muy cómodo, con sabores que enganchan, ya que están diseñados para enganchar, pero que no nos vienen bien para nuestra salud.

 

Calorías vacías que nos apartan de comer comida real. Comida que sí nos nutre, nos aporta, nos quita el hambre y nos mantiene sanos: lentejas, tomates, lechuga, garbanzos, manzanas o naranjas.

  

-       Igualmente, evita el azúcar y casi también los edulcorantes.

El azúcar, o la sacarosa, está presente en nuestra dieta de manera natural. El problema lo encontramos en el azúcar refinado añadido a diferentes productos. Este eleva los niveles de azúcar en sangre, altera la producción de insulina y puede favorecer la aparición de una diabetes tipo 2.

 

 Esta sobre ingesta de azúcar, que nuestro cuerpo no necesita pero que nos hace cada vez más adictos a estos productos queriendo cada vez tomar más, nos empuja a la obesidad y a las enfermedades derivadas de ella.

Estos azúcares refinados pueden dañar las paredes de los vasos sanguíneos y esto puede ayudar a que aparezcan enfermedades como la arteriosclerosis, así como la aparición de diversos tipos de cáncer.

 

 

Así que este verano podemos hacer un análisis de nuestra alimentación y ver si tenemos incluidos o productos ultraprocesados o con azúcar refinada.

 

Como decíamos antes, de cara a enfermedades futuras, más vale prevenir que curar.

 

 

-      Como te decía, no descuides tu hidratación con dos litros de agua al día. Si haces deporte, repón en la medida que hayas perdido líquido.

Nada más despertarte, toma un vaso de agua. Durante la noche el cuerpo se ha ido deshidratando. Con esa primera ingesta de agua, nuestro cuerpo se entonará mucho más rápidamente y ayudaremos a los riñones a eliminar residuos.

Con un poquito de limón ayudaremos a depurar el organismo y también reforzaremos las defensas.

Un pequeño gesto que puede ayudarte, junto con otros, a mejorar tu salud.

Recuerda que si estás embarazada o en periodo de lactancia, debes beber algo más de agua. Unos 300 ml más.

 

 


-        Y, por último, queremos hablar del deporte.

 

Leía una frase que decía “envejecemos porque dejamos de movernos, no dejamos de movernos porque envejecemos”.

 

Puede que el verano sea un buen momento para reencontrarnos con el deporte y empezar a incluirlo en tu rutina diaria a modo de prevención para futuras enfermedades.

 

Si dejamos de hacer deporte corremos el riesgo de aumentar nuestra grasa visceral, que empecemos con una diabetes o con enfermedades cardio vasculares.

 

En este podcast queremos centrarnos en el trabajo de fuerza. Y nos queremos centrar en ella pensando en la menopausia, periodo en el que bajan los niveles de estrógenos y el trabajo de fuerza nos ayuda a mejorar la densidad de los huesos, los tendones y los ligamentos ayudando a prevenir enfermedades como la osteoporosis.

 

Estos ejercicios puede que se hicieran mejor en un gimnasio para que te ayuden y guíen en este proceso de comenzar con esta nueva rutina, pero para estos días de verano dejamos aquí alguna idea que podemos empezar a hacer desde casa a nuestro ritmo.

 

 

Alimentación, higiene del sueño y deporte.

 

Tres pilares básicos que nos van a ayudar a seguir con buena salud. Ahora y en el futuro. Rutina, consciencia, disciplina, autocuidados, respeto por uno mismo…

 

Y como colofón a este programa: fuera estrés. Durante estos días de descanso, contacta con la naturaleza, procura leer algo que te llene y te distraiga, elige compañías que te aporten, cuídate y cuida a quienes quieres, baila, respira, escucha el silencio o una música que te relaje o te alegre. Busca vibraciones, momentos, sensaciones, compañías que te hagan ser feliz. No pierdas momentos porque no van a volver.

 

Y con tus hijos, aprovecha para conectar con ellos. Llena el verano de recuerdos familiares para ellos y para ti o para vosotros los padres. Relájate y haz todo lo posible por ello.

Busca momentos para estar con tu pareja, a crear lazos de unión que luego en el curso vamos todos corriendo y no nos da tiempo a estar más tiempo juntos. Mimaos todo lo posible porque eso genera felicidad.

 

El invierno es largo y necesitamos recargar pilas lo máximo posible.

 

Te mando un beso inmenso y te animo a que empieces a cuidarte como te mereces.

martes, 2 de agosto de 2022

Maternidades desde la consciencia

 Escribo en un momento que no puedo decir más otra cosa que es de lujo.

Sentada en una terraza, buena temperatura (que ya es mucho decir para el momento que nos ha tocado vivir) y escuchando las olas del mar de fondo. Lujo total.

Cada vez estoy más enamorada de este sitio al que vengo puntualmente cada verano. Cada vez pienso más que mi sitio está aquí o en uno muy parecido. Lejos del bullicio de la ciudad, con estilos de vida más sencillos, simples y tranquilos. Es decir, lo contrario de lo que tengo ahora mismo en mi rutina actual.

Me imagino que la vida irá poniendo todo en su lugar y que independientemente de dónde resida en un futuro, estos momentos de paz me los llevo para el resto del curso como una tabla de salvación.


Pues en este lugar desde el que te escribo he tenido hoy una conversación inspiradora. Ella es madre de tres hijos: 7, 4 y 1 año respectivamente. Hablando con ella mientras que nuestros niños jugaban me ha empezado a decir que por qué no se habla más de la soledad de las madres de hoy día, de los problemas que se pueden ocasionar en los partos, de los postpartos y sus complicaciones... Ha empezado, en una conversación aparentemente intrascendente, a contarme lo que muchas venimos gritando desde hace años. Lo que, en parte, me movió a comenzar este blog que posteriormente se convirtió en un pódcast.

Le he dicho que algunas lo hacemos y le he comentado que hago un pódcast, pero que hay muchas más mujeres estupendas que están al frente de tratar de disipar muchas de las dudas que ella planteaba; muchos de los clamores que las mujeres callamos, pero que ya deberíamos darles la importancia que tienen.

Con poco que converses con una madre te cuenta sus heridas. Me imagino que esto no debería ser normal. Tantas mujeres no pueden haberse acercado a la maternidad desde el dolor, el desgarro, la soledad, la incomprensión, la desinformación o la falta de respeto desde algunas instituciones. No puede ser así y así lo estamos permitiendo.

Mucho falla en esta sociedad si nuestro pilar, las madres, los hijos, son tan sistemáticamente desatendidos y vilipendiados. Mucho falla si nosotras no somos capaces de ver que nos merecemos otro camino y que somos capaces de conseguirlo. De nosotras también depende y si lográramos ser conscientes de todo lo que debemos mejorar, puede que algo de terreno se ganara. Creo que nos lo merecemos, como sociedad, como mujeres y como madres. Por nosotras y por nuestros hijos.


Te dejo desde esta noche de agosto. Desde mi refugio. Desde mi guarida que me dará fuerzas para el siguiente curso.


Un beso grande para todos.