martes, 27 de noviembre de 2018

La igualdad empieza desde la cuna

Llega la Navidad y la carta de los Reyes Magos o a Papá Noel está ya fraguándose en los hogares españoles.
Me llama la atención cómo el tipo de juguete que va a recibir cada niño o cada niña está tan definido a estas alturas de nuestras vidas. En concreto, me refiero a cómo a las niñas se las marca tan desde pequeñitas en lo que se espera de ellas en su etapa adulta.

En la carta, los papás escribirán que la niña quiere una cocinita, un bebé para cuidarle y llevarle al médico, un carrito para cuidar al susodicho bebé, bañera, cambiador...  Todo el equipo crianza. Total, que ya están al cuidado de alguien, desde el mundo del juego que sabemos que es una representación del mundo real, desde su más tierna infancia. Y luego nos quejamos, cuando somos madres, del famoso "techo de cristal", es decir, ese límite laboral que se establece sutilmente, o no tanto, cuando queremos tener familia.

Sin embargo, los juguetes que recibirán los niños de Sus Majestades irán más encaminados al ocio: pelotas, Playmobil, construcciones, Legos... Un mundo paralelo en el que, en ningún momento se le sugiere el niño que debe ser responsable de la vida de nadie.

¿De verdad que queremos cambiar la sociedad y alcanzar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres? Los grandes cambios se alcanzan desde la educación  y cómo eduquemos a nuestros hijos  irá condicionando su modo de pensar ahora y en el futuro. Así se cambia una sociedad.