martes, 2 de agosto de 2022

Maternidades desde la consciencia

 Escribo en un momento que no puedo decir más otra cosa que es de lujo.

Sentada en una terraza, buena temperatura (que ya es mucho decir para el momento que nos ha tocado vivir) y escuchando las olas del mar de fondo. Lujo total.

Cada vez estoy más enamorada de este sitio al que vengo puntualmente cada verano. Cada vez pienso más que mi sitio está aquí o en uno muy parecido. Lejos del bullicio de la ciudad, con estilos de vida más sencillos, simples y tranquilos. Es decir, lo contrario de lo que tengo ahora mismo en mi rutina actual.

Me imagino que la vida irá poniendo todo en su lugar y que independientemente de dónde resida en un futuro, estos momentos de paz me los llevo para el resto del curso como una tabla de salvación.


Pues en este lugar desde el que te escribo he tenido hoy una conversación inspiradora. Ella es madre de tres hijos: 7, 4 y 1 año respectivamente. Hablando con ella mientras que nuestros niños jugaban me ha empezado a decir que por qué no se habla más de la soledad de las madres de hoy día, de los problemas que se pueden ocasionar en los partos, de los postpartos y sus complicaciones... Ha empezado, en una conversación aparentemente intrascendente, a contarme lo que muchas venimos gritando desde hace años. Lo que, en parte, me movió a comenzar este blog que posteriormente se convirtió en un pódcast.

Le he dicho que algunas lo hacemos y le he comentado que hago un pódcast, pero que hay muchas más mujeres estupendas que están al frente de tratar de disipar muchas de las dudas que ella planteaba; muchos de los clamores que las mujeres callamos, pero que ya deberíamos darles la importancia que tienen.

Con poco que converses con una madre te cuenta sus heridas. Me imagino que esto no debería ser normal. Tantas mujeres no pueden haberse acercado a la maternidad desde el dolor, el desgarro, la soledad, la incomprensión, la desinformación o la falta de respeto desde algunas instituciones. No puede ser así y así lo estamos permitiendo.

Mucho falla en esta sociedad si nuestro pilar, las madres, los hijos, son tan sistemáticamente desatendidos y vilipendiados. Mucho falla si nosotras no somos capaces de ver que nos merecemos otro camino y que somos capaces de conseguirlo. De nosotras también depende y si lográramos ser conscientes de todo lo que debemos mejorar, puede que algo de terreno se ganara. Creo que nos lo merecemos, como sociedad, como mujeres y como madres. Por nosotras y por nuestros hijos.


Te dejo desde esta noche de agosto. Desde mi refugio. Desde mi guarida que me dará fuerzas para el siguiente curso.


Un beso grande para todos.

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