Regalos, sí pero ...., cuántos

- Hija, voy a ir a comprar algo al niño.
- No te preocupes, mamá. Tiene de todo.
- ¿Seguro?
- Seguro. Si quieres regalarle algo que sean experiencias y momentos. No sé, un chocolate con churros juntos o un día en el campo.
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- ¿Tía, qué me has traído hoy?
- Mira cielo, he encontrado para ti este coche y este muñeco. Mañana iré a buscarte una copita de tu súper héroe favorito para que bebas mejor la leche y estoy buscándote una ropita muy bonita que he visto en una tienda cerca de casa.
- ¡Jooooo, yo quería chocolate y un cuento!

Estas dos conversaciones bien las podría haber presenciado en mi vida diaria. Son dos ejemplos de lo que veo observando de un tiempo a esta parte. Parece como que los adultos sienten la necesidad de ofrecer a los niños ingentes cantidades de juguetes (cosas) para así ellos sentirse mejor y no se dan cuenta de que los niños no desean esos regalos. Un niño es feliz con un balón y un parque en el que poder correr bajo la atenta mirada de sus seres queridos así como poder compartir esos juegos con ellos. Los niños necesitan amor, no ser educados en el materialismo insaciable.

Reencuentro

Hace mucho que no escribo. Que no escribo en general. Hace años era una tarea diaria a la que me dedicaba con amor y esmero. Hoy, tras una bonita conversación familiar, me pongo de nuevo delante del folio en blanco para tratar de volver a coger al hábito.
Durante estos años, muchas cosas han pasado. Lo más significativo es que me casé y soy madre de dos preciosas criaturas, una de tres años y la otra de cuatro meses.

Dicen que una mujer nace dos veces: una el día que viene al mundo y la otra el día que da a luz a su primer bebé. Es curioso cómo normalmente no se habla de lo que le espera a la mujer cuando empieza a ser mamá. Recuerdo cómo en las clases pre parto se trataban  temas interesantes y necesarios, ya que es un mundo nuevo en el que toda información es poca, tales como higiene, lavados, qué llevar al hospital, qué es una contracción..., pero nadie reparó en alertar a esas futuras madres de que lo que les venía podía ser como un tsunami.

En este blog voy a intentar ir desgranando mis experiencias de modo que pueda ser útil para otras mamás y papás que estén pasando o vayan a pasar por lo mismo.

Os dejo con esta cita de José Martí: "Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo".