miércoles, 13 de diciembre de 2023

Situación de la infancia en España



Puede que sea mi percepción, pero cada vez noto a la sociedad más egoísta, más cansada y menos empática.

El acoso escolar aparece con frecuencia en las noticias, la violencia de género no decrece y los insultos por gordofobia, a raíz del fallecimiento de una conocida actriz, o de racismo por quienes nos van a cantar el gordo de Navidad, están ahí.


En las aulas se puede ver a niños cada vez más perdidos, con menos para qués en su vida. Van a la escuela pero no logran conectar con lo bello, con el amor a lo  bien hecho, al descubrimiento de nuevas metas o el pundonor por terminar bien un trabajo. Nada de eso existe. El valor del esfuerzo es cada vez menos mimado y el resultado final es lo que importa. Niños cada vez con menos concentración, menos autocontrol y cada vez más infantiles.

Insisto que puede que sea mi percepción, pero los datos, al final están ahí.

No quiero extenderme en el Informe PISA, pero sí que merece un pequeño parón.

Hemos obtenido los peores resultados de nuestra historia. Los alumnos españoles han caído en todas las áreas que evalúa PISA y suspenden en Matemáticas y Ciencias. Se habla del uso excesivo de pantallas como parte del problema pero los expertos también señalan una pérdida de la excelencia, una relajación de la exigencia en el sistema educativo, así como el descenso en la implicación de los padres en el progreso académico de sus hijos.

Así que parece que todos: leyes, padres, profesores y alumnos hemos bajado la guardia. Nos estamos conformando y no estamos dando lo mejor de nosotros mismos.

Y el problema no parece sencillo de tratar porque cuando los resultados académicos de nuestros jóvenes no son buenos, probablemente, como dicen los expertos, hay muchos problemas de calado detrás.

Voy a ir revisando titulares:

"Las guarderías detectan retrasos en los niños por el abuso de pantallas. Aumento de las dificultades para comer, mayor aislamiento social y problemas para establecer relaciones" del 14 de octubre en La Vanguardia. 

"La Fundación ANAR alerta de que crece la violencia machista contra niñas y adolescentes: un 87% más en cuatro años.24 de octubre en el Mundo.

"Violación múltiple a una menor en Badalona". 16 de octubre. ABC


Por otro lado:

"España vive una auténtica emergencia de conciliación: los niños necesitan tiempo con sus padres" , 14 de octubre ABC.

Más titulares:

"Los suicidios en adolescentes crecieron un 32% entre 2019 y 2021" según un informe de la Universidad Complutense de Madrid, 20 de julio de 2023


Sigamos añadiendo datos relacionados íntimamente con la infancia. Con nuestra infancia:

Según los datos que nos ofreció UNICEF el pasado 6 de diciembre, "España es el país con  más pobreza infantil de la UE tras Rumanía", titular de El Economista.


Seguimos analizando datos. Y ahora me voy al estado de salud mental de los profesores: los que en ausencia de los padres se encargan del bienestar físico, emocional e intelectual de nuestros niños:

Según el I Estudio Anual del estado de Ánimo de los Docentes 2 de cada  5 docentes sufre de agotamiento, ansiedad y depresión. un 24% considera que la sociedad no les valora.

Igualmente, dato significativo: más del 8'% de los docentes considera que su estado de ánimo influye bastante o mucho en su capacidad docente.

El 35% de los docentes se siente maltratado diariamente por su entorno laboral

Estos datos se recabaron después de entrevistar a más de 3,800 docentes de toda España.


Todo esto junto puede que nos de una ligera idea general de cómo está nuestra infancia: más pobre, sin atención de sus padres, padres a su vez tratando de llegar a todos (cesta de la compra, precio del alquiler o la hipoteca, conciliaciones imposibles,,,), niños con exceso de pantallas, desesperados y sin referentes, sin raíces ni agarraderos para cuando las situaciones vienen mal dadas,  en una sociedad cada vez más violenta y con unos profesores desbordados por todas las heridas que tienen que ir taponando mientras que el paciente se desangra. 

A lo largo de este año 2024 que vamos a comenzar iremos tratando estos temas. Es necesario pararnos y darles análisis, voz y reflexión.

Mientras tanto, qué podemos hacer nosotros? Padres, profesores o simplemente ciudadanos que vemos que esta situación no nos parece ni justa ni sostenible.

Creo que la única salida es exigirnos más individual y colectivamente hablando. No dar nada por hecho. No permitir que lo mediocre se instale en nuestro día a día: en nuestro trabajo, en las relaciones que elegimos, en nuestras decisiones de compra... Volver a la lectura diaria, volver a los clásicos añadiría, ver mejor cine y volver a comprar el periódico. Exigir una prensa de calidad, pero también contribuir a que ella mejore.

Todos nuestros actos tienen que buscar la perfección. La excelencia con el valor del esfuerzo de fondo. Mejorar cada día y ayudar a que los demás también mejoren. Ser cada vez más amables con nosotros mismos y con los demás, volver a la palabra disciplina, responsabilidad y respeto.

Volver a lo básico. A las raíces de la convivencia, la educación y los valores.


Sólo después de haber leído estos titulares puede que nos demos cuenta de que el problema debe empezar a ser solucionado, entre todos, cuanto antes.