martes, 5 de junio de 2018

Magia, intimidad, belleza

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No tengas miedo al parto. Es uno de los momentos más mágicos, íntimos y bellos que una mujer pueda experimentar. Para ello, vela por tener un parto respetado y confía porque tu cuerpo está preparado para dar a luz.

Una vez que tu niño salga al mundo, deberá ir directamente contigo. A tu abrazo, a tu encuentro. Sin baños, cortes de cordón... Nada, sólo madre e hijo que se fundirán después de alrededor de 40 semanas de estar en contacto desde otra realidad. Tu bebé no llorará, le notarás que se acomoda plácidamente contigo, con su madre. Disfruta de ese momento. De verdad, es mágico. Buscará alimento y aprenderéis a acoplaros el uno y el otro para la supervivencia del pequeño. Al comienzo es duro pero compensa.

Seguro que vuestra familia y amigos estarán deseosos de ir a veros al hospital, daros un beso  y la enhorabuena por haber traído al mundo a esa criatura tan bella. 

Posiblemente, tú quieras estar con tu madre o con alguien de mucha confianza. Puede que en un primer momento no necesites a más gente. Acaba de nacer una bebé y, si es el primer parto, también una madre. Durante las primeras horas sería conveniente que cuantas menos visitas, mejor para así fomentar la lactancia, descansar y estar con tu bebé a solas, sin ruidos, sin barullo, así como celebrar con tu pareja la llegada del nuevo miembro de la familia.  Después de esas horas, y dependiendo de cómo te encuentres, posiblemente, quieras estar más acompañada y celebrar, pero sin prisas. Si no, ya les verás en casa.

Disfruta de tu parto, nada volverá a ser igual después de ese momento.

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